Max es un perrito adorable pero bastante perezoso. Pasaba la mayor parte del día echado en su cama, sin preocuparse mucho por su aspecto. Un día, su dueño decidió llevarlo a la peluquería para que luciera un aspecto más elegante y saludable.
Al principio, Max no estaba muy emocionado por la idea de ir a la peluquería. Le costó un poco levantarse de la cama y subir al coche, pero una vez que llegaron, se dio cuenta de que no era tan malo como pensaba. El personal de la peluquería lo recibió con cariño y lo trataron con mucho cuidado.
Mientras lo bañaban y le cortaban el pelo, Max se relajó y comenzó a disfrutar de la experiencia. Se sentía fresco y limpio, y su pelaje brillaba como nunca antes. Cuando terminaron, Max se miró en el espejo y no podía creer lo elegante que lucía.
Al regresar a casa, su dueño no podía dejar de halagar lo guapo que se veía Max. El perrito perezoso se sentía orgulloso de su nuevo aspecto y se dio cuenta de que mantenerse limpio y bien arreglado no era tan difícil después de todo.
Desde ese día, Max se convirtió en un cliente habitual de la peluquería y siempre lucía impecable. Y aunque seguía siendo un poco perezoso, ahora se esforzaba por mantener su aspecto elegante y saludable. ¡Y vivieron felices para siempre!
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Max